AULA SOCRÁTICA VI (6): PEDAGOGÍA, CONVICCIONES Y PLURALISMO
Lilian Arellano Rodríguez
La
pedagogía es dialógica; la palabra es promesa, lleva por caminos de respeto.
Fácil es hablar; pero difícil es ser hombres de palabra.
Mayor problema cuando con palabras nos presentamos, comunicamos, elaboramos y
expresamos nuestros pensamientos, sentimientos y creencias, creamos un poema y
conformamos diversos ámbitos de existencia. Uno de los mayores retos educativos
es devolver la fuerza que se encuentra en el sentido de la palabra; un sentido
que la trasciende pues es vehículo de acceso a la realidad, a un sentido real,
a una teoría, al arte o a la fantasía. Más aún, la palabra es puente entre
tiempos que trascienden el momento cuando es promesa o juramento; es rito
cuando celebra y misiva o diálogo cuando traspasa las barreras de las
individualidades o máscaras, en el auténtico encuentro.
Por ello, cuando el hombre se desvincula de la
realidad, de su propia realidad, de los valores, entonces, la palabra pierde su
sentido, rebaja el juicio a prejuicio y los símbolos o ritos a mero formulismo.
Esta es una de las razones del por qué hay tantos fariseos y profesionales que
hacen de la existencia y de la profesión tan sólo un buen o mal negocio. Fácil
es deducir la importancia de la palabra en el educador, cuando a través de ella
enseña, elevando las realidades o situaciones vitales a puntos de encuentro
pedagógico: la pedagogía es dialógica. Nombramos la realidad para enseñarla,
para invitar al educando a acceder a ella, a realizar su propio camino de
descubrimiento. Múltiples miradas dirigidas a un punto de unión y un lenguaje
para pensar y colaborar en el descubrimiento. La verdad real está en la
realidad; es la realidad; nosotros sólo intentamos descubrirla; si lo logramos,
nuestros pensamientos y palabras serán verdaderos...
D. Luís López González, recordado profesor, decía…
“…las palabras almacenadas en diccionarios cobran la
capacidad de hacer desfilar imágenes o, por último, desfilan ellas mismas con
su carga de ausencias. Allí resbala la mente sin asidero, sin rumbo. Murallas
de papeles crecen y se extienden entre el hombre y las cosas como un mar que
pretende para sí el sello de garantía de lo real.
Y ese mundo primero, nacido una vez al
embrujo de la mirada del hombre, le llama desde lejos. La nostalgia rompe las
barreras del papel y las palabras, y queda otra vez a la vista aquello que
estaba simplemente ahí.
El hombre emprende ese viaje, por cierto a
través del lenguaje, pero ahora bajo su dominio, como un mundo propio, en
virtud de un llamado que escuchó.
Por ese camino”
El pedagogo se hace presente a través de la
palabra; con ella apela e invita al educando a recorrer un camino que les lleva
a un punto de encuentro, a una realidad común. La pedagogía es diálogo que
insta a la comunión de las almas, en una realidad que las une y trasciende: en
el árbol o música contemplados o hechos poema, en el hogar, en los hijos o en
la escuela, en la música... Por ello la palabra exige el amor; de lo contrario,
se autodestruye.
Convicciones…
Las convicciones no son meras ideas sino ideas que, asumidas como
verdaderas, se constituyen en principios de vida. Por lo mismo, son fuerza,
criterio de decisión, dirección, fundamento y nutriente. Se trata de ideas en
las cuales confiamos, desde las cuales vivimos. Por ello, en medio de los
embates nos ofrecen su fortaleza, permitiéndonos salvar el caos, las
debilidades, los temores.
En una educación pluralista, democrática y globalizada,
donde las tecnologías de la información y comunicación ponen el mayor número de
diversidad de ideas y credos al alcance masivo, el educador tiene como misión
esencial enseñar a tener convicciones que, como ya dijimos, orienten al
educando, ayudándole a tomar decisiones dignas de su condición humana; de lo
contrario, será fácil presa de posturas impensadas, sólo emocionales, de alto
riesgo que, lo más seguro, le enajenarán degradándolo.
Muchos creen que tener convicciones implica no respetar, ser
prepotente, dogmático, intolerante; suponen que el respeto por la diversidad
requiere de una postura neutral, indiferente, tibia, adaptable. Todo lo
contrario, de lo contrario el diálogo no se distinguiría del monólogo.
Erróneamente, se pone de moda un bondadismo (también llamado permisivismo,
historicismo o relativismo) que da por bueno, verdadero y bello todo, sin
ningún discernimiento, impulsando los lemas “cada cual tiene su propia verdad”,
“lo que es bueno depende de cada cual”, etc. De esta forma se crean el caos más
grande en el ámbito de la verdad, se impiden todo verdadero diálogo pues cada
cual va por rutas paralelas (según “su” verdad, bien y belleza) y, llegado el
momento del cruce de decisiones, obviamente primará la ley de la selva. Así,
las convicciones y el ser una persona de principios desaparece, para dar lugar
a la primacía del ser “funcionales”, “acomodaticios”, “hacer lo que se puede y
no lo que se debe”, etc. El respeto por la diversidad no se opone a la
convicción que expresa fidelidad a los principios; a lo que se opone es al
fanatismo (absolutismo, despotismo) que absolutiza un pensamiento o credo para
imponerlo arbitrariamente a los demás, en vistas de las propias conveniencias y
no de auténticos principios que sólo pueden emanar de quienes aman la verdad,
el bien y la belleza.
Estilos de vida y culturas diferentes, exigen una
actitud dialogal que acepte la pluralidad de ideas, creencias y culturas; por
lo mismo, el educador debe enseñar el amor por el Universo, el descubrimiento
de los valores, el respeto, el ser hombres de palabra, el diálogo. Pero, ¿qué
es pluralismo; cómo se diferencia del relativismo?
Pluralismo…
Cada cultura representa una forma de vivir el
universo, un mundo único. La persona humana no actúa frente a un Universo sin
más (constructo de realidades) sino desde, en y ante el mundo que ha ido el
conformando el mismo ser humano, a través de su historia. El hombre habita el
Universo, toma conciencia de él, le da un sentido en respectividad con los
mundos de los otros hombres: acojo y respeto el sentido que das a “esa obra de
arte”, a “ese ritual y símbolos”, a “esa mascota”, a “tu escuela”, a “tus
padre”…. Nuestro mundo es co-creación y, si bien es cierto que el mundo se
sustenta en la realidad, también es cierto que una vez otorgado un sentido a
esa realidad, ya no nos enfrentamos (encontramos) con ella como mera cosa u
objeto sino como realidad – sentido o sentido-real (nuestro sentido), obra
cultural.
Esto así, las culturas son realidades
transpersonales (ambitales dice López Quintás) que trascienden la perspectiva
personal. Las palabras me ofrecen sus posibilidades y las elevo a la categoría
de poema; el poema me trasciende y se ofrece como tal a otros que sean capaces
de apreciarlo. La realidad adquiere un sentido que ofrece posibilidades
enaltecedoras: la dignificamos envolviéndolas con nuestro ser que trasciende;
las elevamos a rango cultural: el ruido aparece como sonido en el juego con los
silencios significativos, con la palabra que se transporta hasta el alma del
otro, con la música que contemplamos o que impulsa un baile… Sí, el hombre debe
aprender a distinguir el ruido de la música, la palabra de la charlatanería o
grosería… de lo contrario sucumbiremos. Tal como lo decía Antístenes, el día
que se condenó a Sócrates: “Las ciudades perecen cuando no saben distinguir los
buenos de los malos»
No toda obra es cultural sino aquella que es
constructiva para el alma, aquella que potencia la creación porque la hace más
perfecta, más bella. Atenta contra la cultura quien hace uso de las realidades
dignas o dignificadas, usa en forma desmedida o sin sentido las usable o no
cultiva (cuida) las usadas. En esta situación, las acciones del hombre no
pertenecen al mundo de la cultura sino de la anticultura (llamada por algunos
“cultura de la muerte”); así se entiende toda suerte de violencia, intrusión,
reduccionismo, violaciones, esclavitud, corrupción, guerra, genocidio,
avaricia, etc.
Una pedagogía que respeta la diversidad,
se debe sustentar en una pedagogía de la cultura que antes enseñe a entender el
sentido de la naturaleza y de las obras que realiza el hombre para la
realización de su existencia; que enseñe el discernimiento y el diálogo entre
diversos. Diverso indica distinto pero no necesariamente opuestos; distinta
perspectiva pero encuentro en un nivel de mayor profundidad y dignidad humana;
implica complementariedad o bien, visiones distintas que pueden dar lugar a
adversarios en ideas pero no a enemigos que tienen como principal meta el
destruirse. Se necesita de una pedagogía que enseña a descubrir el sentido del
ser, del hacer, de la obra y del saber sobre ellos; pues sólo de esta forma
encontraremos el punto de unión que requiere la comunicación de lo diverso para
lograr el encuentro, el diálogo y erradicar la violencia. Si yo entiendo el
sentido de
Nuestra visión de mundo va más allá que
una simple manera de ver las cosas: determina nuestra visión de los valores,
principios y criterios que decidirán nuestras acciones y ruta de vida; conforma
nuestro criterio y proyecto de vida en correspondencia con los demás, nuestra
convivencia, pues no somos seres aislados. Cada decisión que tomamos en nuestra
intimidad, cada acción u omisión de la misma, afecta a los demás. Por ello,
para la comprensión, respeto, diálogo entre los hombre; para la armonía o paz,
se requiere de una actitud personal y de una pedagogía que acepte y promueva la
pluralidad de ser, pensar, creer, hacer, sentir. ¿Qué es, entonces, pluralismo?
Ya podemos deducir que al menos no es dogmatismo: pero tampoco relativismo o
neutralismo.
Resumamos en vistas de aclarar este concepto tan
usado: Para el dogmático, la propia visión de mundo es la única legítima y
admisible; superior a toda otra, es perfecta, absoluta. Quien respeta el
pluralismo, tiene convicciones pero no es absolutista. Para el relativista,
todo es posible; no hay verdad, bien ni belleza; depende del momento, de cada
cual... El relativismo, por lo tanto, es una postura dogmática que niega todo
valor real pues rechaza la verdad real para dar al hombre el poder de decidirla
según su mirada, conveniencia o comodidad pero sin afán de verdad. El
relativista suele mostrarse como acrítico o neutral: todo puede ser o no ser.
Existen posturas relativistas donde abiertamente prima el pasotismo, la
indiferencia, el no hacerse cargo de la realidad; otras, pelean el primado de
su visión tras la lucha por el poder del más fuerte; pues cuando se es
relativista, al fin y al cabo se hace lo que determina quien sustenta el poder.
En una actitud muy distinta, quien respeta
el pluralismo, respeta sus principios y los de los demás; por lo tanto, no es
relativista sino dialogante. El pluralismo reconoce las distintas culturas o
visiones de mundo como actitudes valiosas en cuanto tienen un mismo sentido -
amar y cultivar la verdad, el bien y la belleza- pero está, por sobre todo
conciente de lo misterioso de la realidad, de los límites del hombre a pesar de
sus buenas intenciones; está consciente de sus propios límites y de los de los
demás. Conscientes, entonces, de que el Universo es inabarcable, insondable en
su totalidad, inconmensurable y trascendente a toda posible objetivación o
subjetivismo no absolutiza sus convicciones, pero tampoco intenta fusionarlas
con otras que, de hacerlo, sólo lograría aniquilar a ambas. Para una pedagogía
pluralista, lo importante es enseñar a escuchar con respeto al diverso y a
expresarse y ser escuchado respetuosamente; enseñar el discernimiento y el
entendimiento, el aprecio y el diálogo enriquecedor.
En un mundo globalizado, de
rápidas comunicaciones, por lo tanto, de fácil acceso a una amplia gama de
culturas y formas o estilos de vida y valorizaciones, urge enseñar a dialogar,
de tal modo no perder la identidad personal ni el patrimonio cultural e
histórico de los pueblos. Términos como “tolerancia”, “sincretismo”,
relativismo”, abundan en medios informativos y comunicacionales, desvirtuando
el verdadero diálogo, el respeto por la justa diversidad, la colaboración o el
trabajo cooperativo. Panikkar, filósofo que dedicara gran parte a la reflexión
sobre el pluralismo, propone una interfecundación o fecundación recíproca de
las culturas, donde las culturas se escuchen, entiendan, reconozcan como
igualmente valiosas, respeten, aprendan una de las otras..Urge esta pedagogía
inter-fecundadora o de encuentros para instar a valorar la situación actual del
mundo en que vivimos y hacernos bondadosamente cargo de él.
Panikkar estima que uno de los
errores que impiden el encuentro entre culturas diversas es el intento de
unirlas cuando lo que se debiera propiciar y enseñar es el respeto, la
admiración y el diálogo entre diversos. ¿Tendría sentido que un católico
solicitara la intercesión de
REFLEXIONES
1. Fundamente su reflexión;
ejemplifique.
a) Analice el texto de D. Luis López G., expuesto en los primeros párrafos de
esta Aula
b) Desde lo que piense a partir de su reflexión sobre esta Aula, responda la
pregunta “qué hacer” formulada por el psiquiatra Dorr, en artículo que se
transcribe
(Pueden
ver artículo completo en
http://diario.elmercurio.cl/detalle/index.asp?id={36ad7d87-346b-4bb1-ac93-46e1645779bf}
Año 2002)
“Expertos consideran que no es inocuo que las palabrotas se hayan asentado en
el ámbito público, la TV, la radio y la prensa escrita. Patricia Politzer
espera una reacción de los canales antes de tomar medidas para subir la pobreza
oral.
Durante años fueron pitos y puntos suspensivos los utilizados por la televisión
y los medios de prensa escritos para esconder alguna salida de madre de un
entrevistado (…) Los garabatos - algunos, como muletillas- traspasaron todas
las barreras en los medios de comunicación. Ya no son monopolio de los
humoristas, ni de los que se pintan de irreverentes. (…) Ni los medios
escritos, que son menos espontáneos, se libran. (…) Los jóvenes no se inhiben
un ápice para conversar a punta de palabras soeces en el Metro. Si los garabatos
se han adueñado hasta de los estribillos de algunas canciones que repiten
incansablemente (…)
Desde hace años que el siquiatra Otto Dörr se preocupa del tema: En el año '81,
cuando regresé de Europa, me di cuenta de que estaba sucediendo algo con el lenguaje.
En esa época aún se usaba en un contexto muy preciso el garabato, pero empezaba
a propagarse a otros ámbitos de las conversaciones y a utilizarse como agregado
de cualquier contexto. Hoy en día, la palabras referidas al aparato genital y
anal en su forma más degradada son de un uso absolutamente masivo. Me parece
gravísimo. Es el lenguaje mismo que está siendo carcomido, igual que si fueran
termitas carcomiendo un árbol.
José Luis Samaniego, Secretario de
Hay una dejación, una pereza en el habla que está mostrando lo que está
ocurriendo en toda la sociedad nacional: violencia, drogadicción, falta de
educación. Hay una pérdida de la libertad y un exceso de permisividad. En todos
los países hay una diferencia entre el habla más popular y la culta. Sin
embargo, en Chile se ha tendido a descender, igualándose hacia el peor lenguaje
popular, recalca el psiquiatra. Para la presidenta del CNTV, Patricia Politzer,
la televisión está reflejando algo que pasa en la sociedad, y cuando el
lenguaje se empobrece se empobrece el pensamiento, y es muy delicado para un
país que aspira a tener un nivel intelectual y cultural similar al de los
países desarrollados. (…) ¿Qué hacer?”
c) Elija un párrafo, poema o diálogo que tenga un gran valor, por la fuerza
expresiva de su palabra.
2. Fundamente su reflexión;
ejemplifique.
a) ¿Cuál es el sentido de las líneas escritas por Bauman? Conteste relacionando
con el Aula:
“La extraordinaria movilidad de los fluidos es lo que los asocia con la idea de
“levedad”. (…) Asociamos “levedad” o “liviandad” con movilidad e inconstancia:
la práctica nos demuestra que cuanto menos cargados nos desplacemos, tanto más
rápido será nuestro avance. Estas razones justifican que consideremos que la
“fluidez” o la “liquidez” son metáforas adecuadas para aprehender la naturaleza
de la fase actual –en muchos sentidos nueva – de la historia de la modernidad.”
b) Bauman se hace las siguientes preguntas: “¿Acaso la modernidad no fue desde
el principio un “proceso de licuefacción”? ¿Acaso “derretir los sólidos” no fue
siempre su principal pasatiempo y su mayor logro?”. A usted, como joven,
universitario-a y futuro profesional, qué licuefacción le preocupa más
(mencione dos). ¿Por qué?
3. a) Realiza un
ensayo, o escribe una carta dirigida a los
educadores, sobre la importancia de ser y saber ser una persona de
convicciones.
b) Alfonso López Quintás expresa: “Pienso que deberíamos reservar el nombre de
cultura --término procedente del verbo latino colere, cultivar-- para las
actividades que fomentan el desarrollo pleno del ser humano. Las que provocan
el envilecimiento o la destrucción de la vida auténtica, que es vida de
encuentro, podrán ser consideradas como algo «civilizado», pero no «culto», en
sentido estricto.” Elije y analiza dos obras que consideres un gran aporte a la
humanidad y dos que sean propias de la barbarie de nuestra civilización.
4. Fundamente su
reflexión; ejemplifique
a) La globalización, tal como se está dando ¿facilita el sincretismo o el
pluralismo? ¿Cuál es la diferencia? Ejemplifique, a través de una situación
real o ficticia, la aplicación correcta de una hermenéutica diatópica.
b) A partir del estudio de esta Aula, deduzca seis principios educativos o
pedagógicos. Destaque las consecuencias pedagógicas de la no consideración de
ellos.
c) Escoja un video de Chaplin (ver youtube) y analice su valor educativo,
respecto ideas fundamentales de esta Aula.
5. Fundamente su reflexión; ejemplifique
a) A partir de esta Aula, extraiga dos principios que considere fundamentales
para su formación profesional y transcriba o edite situaciones que le permitan
explicarlos ante un público universitario.
b) A la luz de esta Aula, exponga y analice dos situaciones que pueda ofrecer
como ejemplo de la degradación y dos como ejemplo del enaltecimiento de la vida
humana.
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