…cinco métodos para aprender a pensar…
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Mi intento en este blog: ofrecer cinco métodos para aprender a pensar con el debido rigor
y vivir creativamente a través de la filosofía, la literatura, el cine y el
arte, sobre todo la música
En la línea metodológica de casi todos mis escritos, el objetivo de este blog es clarificar el arte de pensar de modo preciso, ajustado a los diferentes niveles de realidad, y mostrar en qué alta medida contribuye a desarrollarnos plenamente. No podemos crecer como personas si no hacemos justicia a la realidad que somos mediante un estilo de pensar maduro, capaz de descubrir todas las posibilidades de desarrollo que se nos ofrecen. Los análisis realizados en las cincuenta obras publicadas me llevaron a la convicción de que las crisis profundas de las personas y los grupos humanos proceden, a menudo, de graves insuficiencias en el modo de pensar. Pero aprender a pensar bien no es fácil; requiere un método bien fundamentado, y articulado de tal forma que todas las personas puedan asumirlo personalmente como si lo hubieran gestado ellas. Por consiguiente, este método no ha de ser meramente “enseñado”; ha de ser presentado como una vía a recorrer, un horizonte a descubrir, una fuente de posibilidades creativas a compartir. De ahí que presente cinco modalidades.
Primer método: El arte de pensar con rigor y vivir de forma creativa
Este método comienza con la descripción del arte de pensar bien y realiza,
seguidamente, doce descubrimientos en los que se vincula el conocer y el
transformar.
Se intenta resolver, a la vez, dos grandes tareas: 1) aprender a pensar de modo
aquilatado, ajustado a las exigencias del objeto de conocimiento; 2) descubrir
y vivir creativamente las doce fases del desarrollo humano. En este proceso se
potencian mutuamente el proceso de maduración intelectual y el
perfeccionamiento ético.
El procedimiento seguido para lograr esta potenciación es “genético”. No se
trata de aprender lo que es el hombre y cómo crece en cuanto persona. Hemos de
descubrir por nosotros mismos de qué forma se realiza ese proceso de
crecimiento. Al ir realizando esta búsqueda creativa, 1) se aprende a pensar de
modo bien articulado, 2) se realizan diversas transformaciones en la realidad y
en nuestra actitud frente a ella. Cada transformación nos dispone para adquirir
nuevos y superiores conocimientos de la realidad. Estos conocimientos más
elevados hacen posible, a su vez, realizar mayores transformaciones. Tal
círculo virtuoso nos procura luz y energía suficientes para lograr una
inteligencia madura y una personalidad lograda. Ambos logros determinan la
medida de nuestro desarrollo ético.
Segundo método: La formación ética a través de la literatura y el cine de
calidad
Los análisis realizados conforme al método primero nos permiten descubrir los
procesos de encuentro –o “éxtasis”- que nos elevan a lo mejor de nosotros
mismos y los de fascinación o “vértigo” que nos bloquean y destruyen. Este
descubrimiento nos permite leer las obras literarias de calidad –y, por
afinidad, del cine bien logrado- de modo creativo, como si las estuviéramos
gestando, y convertirlas en una fuente inagotable de formación humana. Leer una
obra es, de alguna forma, re-crearla, darle vida, sacar de ella toda la luz que
generan las experiencias originarias que hicieron en su día los autores e
inspiraron su actividad creativa. Cada obra de calidad arranca de una o varias
experiencias realizadas por el autor en el juego de la vida. El buen lector
sabe rehacer tales experiencias originarias y vivir el proceso de gestación de
la obra desde su origen.
Al vivir intensamente las obras en su génesis, quedan al descubierto los
procesos interiores seguidos por cada personaje. Captamos su “intrahistoria”
(Miguel de Unamuno), los procesos que llevan su personalidad a un estado de
excelencia y los que, por el contrario, la deforman, bloquean y destruyen.
Estos procesos quedan al trasluz al descubrir los ocho niveles –cuatro
positivos y cuatro negativos- en que podemos situar nuestra vida. La visión
global de tales niveles viene a ser un mapa de la vida personal. Niños y
jóvenes asumen con toda espontaneidad el lenguaje de los niveles (nivel 1,
nivel 2, nivel -1, nivel -2…) y ganan, así, un utillaje metodológico
eficacísimo para comprender la propia vida y analizar los procesos
–constructivos o destructivos- que siguen los personajes de las obras
literarias y cinematográficas. De esta forma, incluso obras que parecen
contraproducentes para una recta formación humana se convierten en
aleccionadoras.
Este método –cuya necesidad subrayó el profesor José L. López Aranguren en su Ética (Revista de Occidente, Madrid 1965, 3ª
ed., págs. 413-414)- está expuesto en Literatura y formación humana y en Cómo
formarse en ética a través de la literatura, y ha sido adoptado ya por
numerosos profesores de literatura y cine.
Tercer método: El poder formativo de las artes plásticas y la música
La situación de emergencia educativa que padecen ciertos países insta a
movilizar el mayor número posible de medios formativos. Esta urgencia me movió
a mostrar el poder formativo no sólo de la literatura y el cine, sino también
del arte, especialmente de la música. Hoy día se cultivan profusamente, en
muchos países, las diversas artes, pero estamos todavía lejos de conceder la
debida atención al poder formativo de cada una de ellas. Por su estructura
misma, las artes plásticas, la arquitectura y la música nos ayudan eficazmente
a resolver multitud de problemas pedagógicos por vía de elevación. Así,
descubrimos que en el nivel de la creatividad –propio de todo arte- la libertad
creativa y la atenencia a normas fecundas no se oponen, antes se potencian
mutuamente; y la independencia se coordina con la solidaridad… Cuando veamos de
cerca este tema, nos asombrará descubrir hasta qué punto puede potenciar la
experiencia artística nuestras mejores cualidades: la inteligencia –con su
capacidad de ver a lo lejos, a lo ancho y a lo profundo-, la sensibilidad, la
creatividad, la capacidad de integrar planos de realidad distintos y
complementarios...
Este método –descrito en La
formación por el arte y la literatura, El
poder transfigurador del arte, La
experiencia estética y su poder formativo, El poder formativo de la música.
(Estética musical)…- sitúa la enseñanza de las artes y la música en un
nivel humanístico sobresaliente y supera de un golpe la minusvaloración injusta
sufrida por la música, en el ámbito universitario, desde la Ilustración.
Cuarto método: La conversión de los profesores en formadores
Lo descubierto en los dos últimos métodos hemos de ampliarlo a todas las áreas
de conocimiento y, por tanto, a las distintas disciplinas académicas, desde las
ciencias físicas matemáticas hasta la educación física, pasando por la
filosofía, la historia, la geografía, la filología… Al lograr tal ampliación,
conseguimos una de las metas de la pedagogía: convertir a los profesores en
formadores, colaboradores de los alumnos en el proceso creativo de
configuración de la personalidad. Es importante la labor de las tutorías
escolares, como espacios dedicados a la formación de la personalidad de los
alumnos. Pero no es suficiente. Sin salirse del campo de su especialidad sino
ahondando en él, todos los profesores deben colaborar en esa labor de
configuración de la “segunda naturaleza” o êthos de los alumnos. Que es viable
tal colaboración lo muestro ampliamente en la obra Cómo lograr una formación integral.
(Obra reeditada en la editorial Puerto de Palos, Buenos Aires, en 2005, con el
título de Enseñanza
escolar y formación humana).
Quinto método: Antídoto contra la manipulación a través del lenguaje
La eficacia de los métodos antedichos es amenguada o incluso anulada si los
alumnos no saben neutralizar las argucias de la manipulación mediante un
conocimiento lúcido de los recursos del lenguaje. Uno de los deberes ineludibles
de la enseñanza actual es ayudar a los alumnos a cumplir las tres exigencias
del antídoto contra la manipulación: estar alerta, pensar con precisión, vivir
creativamente. Para cumplir las dos últimas exigencias sirven de ayuda decisiva
los métodos antes indicados. Para satisfacer la primera –conocer de cerca los
fines y las tácticas de la manipulación- he realizado una investigación
minuciosa, que expuse en tres obras: Estrategia
del lenguaje y manipulación del hombre; La
revolución oculta; La
tolerancia y la manipulación.
Análisis metodológico
Estos cinco métodos los elaboré gracias a los análisis de tipo metodológico
realizados, sobre todo, en los dos volúmenes de la Metodología de lo suprasensible,
en Cinco grandes tareas de la
filosofía actual y en laEstética
de la creatividad. En los cinco métodos late una investigación filosófica
cuidadosa acerca de varios temas muy significativos: los “triángulos
hermenéuticos”, la “intuición intelectual inmediata-indirecta”, los “ámbitos de
realidad”, las “experiencias reversibles”, el “ideal de la unidad”… En la
realización de las experiencias que sugeriré al lector, esa investigación se
mantendrá como soterrada, latente, pero hará sentir su influjo en todo momento.
La haremos aflorar, de modo colateral mediante links, cuando intuyamos que los
lectores desean conocer de cerca la génesis del método seguido.
Por ejemplo, en las experiencias que haremos surgirá a menudo el término
“presencia”. La noción vulgar que tenemos de lo que significa “estar en
presencia”, “hacerse presente”…nos permite comprender el sentido de lo que
vayamos diciendo. Pero, al tratarse de una noción decisiva en el trato con las
realidades artísticas y las personales, deberemos precisar el sentido de dicho
término y verlo constituido por formas diversas de inmediatez y distancia.
Acudiremos, para ello, a los detenidos análisis que realicé -en El triángulo hermenéutico,
volumen II de la Metodología
de lo suprasensible- de los dieciséis “triángulos hermenéuticos” que
regulan nuestra relación con las realidades del entorno.
Desglosando de esta forma la descripción de las experiencias y su
fundamentación filosófica, podremos transmitir los cinco métodos de forma
accesible y sugestiva, sin perder un ápice de su solidez y fecundidad. De este
modo, pueden ser asumidos no sólo por los filósofos sino por todos los
profesionales que deseen ahondar en su área de conocimiento: literatos,
músicos, físicos, matemáticos, historiadores, filólogos, médicos...
Alfonso López Quintás
21/03/2011